
Para algunos, la inteligencia artificial (IA) es el villano que desatará la desinformación, la pérdida de empleos y el caos en la humanidad. Sin embargo Jonathan Peter Kestle, CLU, B Com, considera que ChatGPT es como un pasante universitario que se especializa en el idioma inglés.
Este miembro de MDRT desde hace nueve años de Ingersoll, Ontario, Canadá, ordenó al chatbot de la IA que redactara el índice de un informe de publicidad que debía compartir con sus clientes. Antes de ingresar la orden, le indicó al chatbot: Soy un asesor financiero de 40 años de Ontario que vive con su esposa e hijos. Nuestra pequeña empresa se ubica en una pequeña ciudad con muchas granjas a la redonda. También subió su CV de LinkedIn y lo alimentó con la declaración de la propuesta de valor de su negocio con el fin de obtener un resultado más personalizado que el que hubiera obtenido si se hubiera limitado a pedirle únicamente que escribiera tips y consejos para los canadienses que reducen sus ingresos al jubilarse. ChatGPT contestó instantáneamente con un escrito.
Lo utilizas [ChatGPT] para obtener la estructura en la que te basarás, luego le das forma.
— Jonathan Kestle
“Lo utilizas para obtener la estructura en la que te basarás, luego le das forma, una vez que obtienes el índice y, posteriormente, para el capítulo uno, sección uno, le indicas que redacte un texto de 500 palabras”, comenta Kestle. “Lo hará, y después lo puedes ajustar a tu gusto”.
Kestle trabajó en el resto de las secciones de la misma forma y, lo que le habría costado horas en investigar y redactar borradores, apareció en su pantalla en cuestión de minutos. De igual forma, carga las notas de las reuniones que tiene con sus clientes y le ordena al chatbot que redacte una carta de agradecimiento junto con un resumen de lo discutido, lo que se supone que los clientes deben hacer y sus responsabilidades. Kestle gasta $20 al mes en la suscripción premium de ChatGPT, lo cual representa un ahorro comparado con pagar “un salario de $50,000 a un empleado especializado en lengua inglesa, ya que la IA tiene un buen nivel en esta lengua. Es un modelo lingüístico”.
La IA generativa es considerada como la mayor innovación desde la creación del Internet, aunque algunos investigadores de esta tecnología y teóricos de la decisión hacen un llamado a pausar, incluso a cerrar por completo, el entrenamiento de los sistemas de IA por temor a lo que una superinteligencia podría hacer en las manos equivocadas. De igual forma, existe mucha preocupación por qué tanto alterará nuestros medios de subsistencia. ¿Podría la IA hacer obsoleto el papel de los asesores financieros si se les permite a los consumidores crear su propia cartera y planeación financiera? ¿O la IA podría convertirse en la mejor asistente personal nunca antes vista?
Terri Krueger, ChFC, miembro de MDRT desde hace nueve años de Syracuse, Nueva York, EUA, tenía dificultades para escribir, ya que desde hacía meses estaba intentando redactar un artículo para una revista local sobre enfocar su negocio en ayudar a viudas y mujeres divorciadas. Por ello, ordenó a ChatGPT que escribiera una idea general de lo que quería dar a conocer y utilizó la respuesta arrojada como plantilla inicial, la cual solo editó agregándole algunas cosas y dándole su propia voz.
“Me tardé alrededor de 20 minutos en editar y terminar el artículo”, comentó. “[ChatGPT] me ahorró muchísimo tiempo y me quitó de encima la presión de iniciar desde cero. Me encantó, así como al editor de la revista”.
La IA puede auxiliarnos en nuestra propia formación. Panos Leledakis, LUTCF, practica con la IA las respuestas a las objeciones de los clientes. Le ordena a ChatGPT que le arroje docenas de objeciones para no comprar un producto de seguros y tiene una conversación uno a uno con el chatbot. El miembro de MDRT desde hace cinco años de Miami, Florida, EUA, quien ya es pionero experto en los casos de realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) para realizar videollamadas con los clientes en espacios como la Oficina Oval y en una estación espacial, trabaja de cerca con los proveedores de VR para combinar la IA con un programa que pueda capacitar a los asesores mediante conversaciones con avatares que asumen el papel de clientes en reuniones virtuales. Asimismo, visualiza otras posibles combinaciones de IA con programas parecidos a la VR que pueden ayudar a las personas que temen hablar en público a que practiquen frente a una audiencia virtual.
“No creo que la IA los reemplazará [a los asesores financieros], aunque tal vez sí lo haga para la adquisición de productos sencillos, como los seguros de auto u hogar, ya que [la IA] puede hacer cotizaciones de forma más rápida y sencilla”, indicó Leledakis. “No obstante, nadie puede sustituir las reuniones con los clientes, educarlos y crear una relación que los haga sentirse seguros. Necesitan a alguien que les brinde apoyo y que los acompañe en los momentos difíciles; la IA no puede hacer eso. Lo que sí puede hacer es darme ventaja sobre los asesores que no adoptan nuevas tecnologías”.
¿En qué consiste?
La IA ha estado entre nosotros de alguna forma desde la década de los cincuenta. Muchos consumidores han tenido contacto con la tecnología a través de un chatbot de servicio al cliente, de un sitio web o de una lista de reproducción de música que predice un proveedor digital, como Spotify. Lo que ha dado mucho de qué hablar últimamente es la IA generativa, una especie de herramienta de aprendizaje automático capaz de procesar tareas de lenguaje como contestar preguntas, resumir textos, generar imágenes y videos, así como escribir códigos informáticos mediante instrucciones, llamadas órdenes o prompts, que ingresa un usuario.
Un modelo grande de lenguaje, o transformador generativo preentrenado (GPT, por sus siglas en inglés), es una red neuronal entrenada con cantidades exorbitantes de datos. Desde la creación de GPT-1 en el 2018 hasta el lanzamiento de GPT-4 en marzo de 2023, se han entrenado varias generaciones de estos modelos con base en conjuntos de datos que son cada vez más grandes, lo que mejora de forma exponencial su capacidad de crear contenido similar al de un humano. ChatGPT, creado por OpenAI, es el primer chatbot disponible al público que usa GPT-3. La versión mucho más mejorada, GPT-4, está disponible al comprar la suscripción. Otros chatbots basados en la IA generativa sonBard de Google, Bing Chat de Microsoft, y Claude y Claude 2 de Anthropic. Todos están disponibles en varios idiomas y próximamente en otros más.
“No es igual que una búsqueda en Google, donde cada que vez escribes una pregunta inicias desde cero”, indicó Timothy Daniel Clairmont, CFP, MSFS, miembro de MDRT desde hace 13 años de Lake Oswego, Oregon, EUA. “Al igual que haces en Google, inicias haciéndole una pregunta a ChatGPT, pero al formular tu segunda pregunta como complemento de la primera, ChatGPT se basa en su primera respuesta para contestar tu segunda pregunta, y así sucesivamente. Construye una conversación como una persona real”.
El avatar de la IA
Para encontrar mejores temas para su podcast, Clairmont incluye la métrica de sus oyentes en las órdenes que le da a ChatGPT y le pide los diez mejores temas sobre servicios financieros que están en tendencia entre esa audiencia. De esta forma, se ahorra tiempo y evita estar adivinando qué temas son los más populares.
No obstante, su proyecto “más ambicioso” consiste en trabajar con un socio comercial para crear un prototipo de un clon digital interactivo en 3D que se parezca y suene como él. Este avatar se encontrará en un sitio web para que converse con los visitantes en cualquier idioma que elijan a través del micrófono y las bocinas de su computadora. La experiencia ofrecería una interacción parecida a la de estar con un humano, a diferencia de escribir las preguntas en el recuadro de una pantalla.
El avatar recabaría su experiencia en servicios financieros a partir de un conjunto de datos, cuyas referencias verificaría en Internet, y contestaría preguntas frecuentes de los consumidores: ¿Cuánto dinero debería ahorrar regularmente a mi edad para reunir 1 millón USD al momento de jubilarme? ¿Cuál sería una tasa de interés razonable para un préstamo automotriz? ¿Cuál es la diferencia entre una cuenta Roth y una cuenta individual de jubilación (IRA, por sus siglas en inglés) tradicional? El avatar también tendría la habilidad de orientar y remitir a los consumidores a que trabajen con un profesional cuando sus preguntas requieran una respuesta de un asesor humano.
“Mi objetivo más ambicioso es enseñar a miles de millones de personas a tomar decisiones financieras inteligentes, por lo que creé un sitio web para contarlas. Si lograra integrar la IA en el sitio, las personas podrían hacer preguntas, aprender datos importantes sobre el dinero y formar parte de las miles de millones de personas a las que les enseñaré datos inteligentes sobre el dinero”, comentó Clairmont. “Si pudiéramos conseguir la licencia para hacerlo y recrearlo cumpliendo con todas las normas pertinentes, probablemente podríamos compartirlo con los demás asesores, para que integren sus rostros y voces con el fin de colocarlos en sus sitios de web”.
El proyecto más ambicioso de Clairmont consiste en trabajar con un socio comercial para crear un prototipo de un clon digital interactivo en 3D que se parezca y suene como él.
La IA le permitió a Leledakis crear rápidamente más libros electrónicos y otro tipo de contenido de marketing, que promueve y distribuye a través de redes sociales y, a su vez, recopila cientos de correos electrónicos de prospectos.
“El secreto es ingresar y publicar algo útil para ellos una vez a la semana, como un artículo, un video u otro recurso o contenido”, indicó Leledakis. “Les ofreces algo para que te proporcionen su correo electrónico y así crece tu lista de contactos. Conforme desarrollo este mercado, los invito a un seminario web. Al final de mi presentación, les pregunto si les gustaría concertar una cita”.
De igual forma, usa un clon digital para crear videos de generación de prospectos que ya no tiene que grabar en persona. Para crear su contenido, le ordena a la IA que encuentre 10 temas virales para grabar videos cortos sobre la generación Z y los seguros. Obtiene resultados con titulares como “Protección del futuro”, “Pólizas de seguros que no sabías que existían” y “Opciones asequibles de seguros”. Posteriormente, le ordena que escriba un guion de dos minutos para el primer tema. La respuesta del chatbot incluso sugiere con qué toma iniciar el video junto con el guion, que puede ajustar aún más indicándole al chatbot que lo haga más formal, amigable o gracioso.
Con respecto al avatar, traslada el guion a un teleprompter y comienza a grabar un video de él mismo con la cámara de su computadora; o recurre a synthesia.io, un sitio de generación de videos con IA, donde carga el guion y elige uno de los 140 avatares para que lo lea. Otra opción que tiene es grabarse a sí mismo leyendo cinco minutos para que Synthesia cree un avatar de Leledakis con su voz y expresiones faciales. En cuestión de minutos, puede publicar un video terminado con subtítulos y material de apoyo, lo que le ahorra tiempo que puede invertir en actividades que le añaden valor y reunirse con los clientes.
Otras actividades que le toman menos tiempo realizar a Leledakis gracias a la IA son dividir un video largo de YouTube en varios fragmentos de 20 segundos para publicarlos en TikTok o en Instagram; redactar publicaciones para redes sociales; y crear presentaciones de PowerPoint con gráficas al pedirle a la IA el resumen de un tema que desea exponer y la cantidad de diapositivas que necesita.
En los últimos días, Leledakis ha combinado la IA con el software de análisis de riesgos que inventó que prioriza los riesgos a los que se pueden enfrentar sus clientes, personales y corporativos. Fusiona datos actuariales con investigaciones de neurociencia sobre la forma en que las personas perciben el riesgo y toman decisiones. Anteriormente, Leledakis dedicaba 40 minutos en las reuniones con los clientes a recabar información sobre sus activos, ingresos y seguros para hallar las brechas en su cobertura. En cambio, hoy en día remite a los clientes al chatbot de IA, el cual simplifica la entrevista a 10 preguntas, mismas que tardan pocos minutos en contestar. Las respuestas se cargan al software, y este genera un perfil de riesgos del cliente en cuestión de minutos. Al integrar la IA, Leledakis logró que la primera cita con sus clientes se enfocara únicamente en recomendar soluciones de gestión de riesgos en lugar de dedicar ese tiempo a recopilar información.
“Estamos implementando esta tecnología en todo el mundo y creemos que cambiará las reglas del juego. Muchos compañeros de distintos países me preguntan si existe el riesgo de que la IA reemplace a los asesores.
Mi respuesta es un rotundo no, aunque es posible que los asesores que hacen uso de la IA remplacen o tengan una amplia ventaja competitiva sobre los que no”, indicó Leledakis. “La IA está a la vuelta de la esquina. Los cambios radicales de la Revolución Industrial sucedieron hace más de 50 años. Cuando se inventó el Internet, creció en un plazo de entre 11 y 20 años. La IA seguirá creciendo durante cuatro o cinco años a lo mucho, y los asesores que no se adapten me recordarán a los ejecutivos que no adoptaron el Internet y les pedían a sus secretarias que imprimieran sus correos electrónicos. En un futuro cercano, se hablará del 2023 como el parteaguas que marque la era antes de la IA y después de que la IA estuviera disponible para el público general”.
La amenaza yace en que, si tu mentalidad, liderazgo y ejecución no evolucionan para integrar el uso de la IA, asumirás un puesto [laboral] que será reemplazado. No obstante, si recurres a ella, sobrepasarás ese puesto para convertirte en un líder.
— Josh Hotsenpiller
¿Cuál es la amenaza?
Un reporte de Goldman Sachs pronostica que 300 millones de empleos de tiempo completo, 18% del trabajo nivel mundial, principalmente los oficinistas, podrían automatizarse durante la siguiente década, mientras que el Foro Económico Mundial sostiene que la IA creará 97 millones de nuevos empleos para el 2025. Uno puede debatirse entre la desconfianza o el asombro ante la IA, pero Josh Hotsenpiller, un firme partidario de esta tecnología, afirma que quizá lo ideal sea colaborar con ella y comprobar los hechos, pero sin depender de ella.
“La amenaza yace en que, si tu mentalidad, liderazgo y ejecución no evolucionan para integrar el uso de la IA, asumirás un puesto [laboral] que será reemplazado”, comentó Hotsenpiller, presidente de JUNO, proveedor de plataformas digitales bajo demanda. “No obstante, si recurres a ella, sobrepasarás ese puesto para convertirte en un líder”.
ChatGPT atrajo la atención de los medios de comunicación porque aprobó exámenes de ingreso a la universidad y a despachos legales, aunque, por otro lado, respondió mal el 100 % de las preguntas que le hizo TaxBuzz, un servicio de colocación de acciones en línea y un portal de noticias para profesionales fiscales y contables autónomos, sobre las políticas fiscales de Estados Unidos La IA no comprende mucho las palabras; en cambio, utiliza algoritmos para predecir las palabras y enunciados que sigan de forma lógica la orden que se le da y perfecciona sus resultados constantemente. Por ello, la IA genera errores en los hechos, ya que no está entrenada para distinguir entre declaraciones verídicas y falsas.
“Los asesores debemos tener cuidado de no confundir ni mezclar esta tecnología con una verdadera asesoría fiscal y jurídica”, comenta Krueger. “ChatGPT puede afectar la asesoría y provocar que el asesor infrinja las normas. A título personal, considero que, si bien se le puede dar muchos usos a los GPT, estos no toman en cuenta las emociones humanas que intervienen al momento de asesorar a los clientes”.
Los asesores que siguen órdenes y son poco proactivos se verán reemplazados por la IA. En cambio, los que la implementen remplazarán a los que no, indicó Clairmont.
“Muchos clientes no saben qué preguntar y la IA no puede decirles qué es lo que deben hacer”, explicó. “Es en ese punto donde el asesor añade valor. Lo que marca la diferencia es nuestra capacidad de guiar a una persona a concentrarse en lo que debe hacer y garantizar que lo haga. La IA puede ser una gran aliada en ese proceso”.
De acuerdo con Kestle, las habilidades que se necesitarán con la IA de ahora en adelante serán la formulación de preguntas creativas en lugar del conocimiento de los productos. “De todas formas, como parte de nuestras habilidades, los asesores debemos saber formular muy buenas preguntas”, indicó. “Necesitamos reunirnos con las personas para conocer sus necesidades y el contexto en el que viven los clientes, de forma que podamos analizar y proponer soluciones a sus problemas. Esa será nuestra ventaja de ahora en adelante”.
Otra ventaja que ofrecerá la oficina de Kestle es que trabajará cuatro días a la semana a partir del siguiente verano. “Somos más productivos por distintas razones, no solo gracias a ChatGPT. Durante la pandemia, la producción se aceleró al trabajar desde casa, implementar el archivado digital y sistemas telefónicos, así como el apoyo de la IA con nuestras necesidades de lenguaje. Podemos realizar muchas tareas en poco tiempo; entonces, ¿por qué no compartir este método y tener un negocio saludable en el que todos dediquemos más tiempo con la familia?”, dijo.
CONTACO
Timothy Clairmont timmdrt@clearfp.com
Jonathan Kestle jonathan@ianmoyer.com
Terri Krueger terri.krueger@lpl.com
Panos Leledakis pan@ifaacademy.eu